¿Por qué las calabazas son símbolo de Halloween?

La calabaza tallada con un rostro terrorífico y brillante se ha convertido en uno de los símbolos más emblemáticos para las festividades de Halloween.

Su origen, al igual que la festividad de Halloween, es celta y se popularizó en el siglo XIX gracias a la leyenda irlandesa sobre Jack O’Lantern y su encuentro con el diablo.

En dicha leyenda se narra que Jack era un hombre malvado, estafador y astuto que bebía en gran medida.

Un día el diablo fue a buscar a Jack con la firme intención de llevarse su alma. Sin embargo, el granjero logró engañarlo y atraparlo. Se dice que a cambio de su libertad el diablo prometió que jamás lo volvería a buscar.

La leyenda cuenta que al cabo de varios años, Jack murió pero que por su forma de ser y lo que había hecho en vida no fue aceptado ni en el cielo, ni en el infierno, por lo que fue condenado a deambular por los oscuros caminos del purgatorio.

Antes de partir, el granjero le pidió un último favor al diablo: una luz que pudiera alumbrar su camino. El demonio le entregó una brasa que nunca dejaría de arder, por lo que Jack tomó uno de los nabos que llevaba en su bolso, le hizo un hueco y le colocó la brasa.

Desde entonces en Irlanda se hizo popular la historia de «Jack, el del farol» y se le relacionó con las celebraciones del Samhain. Tiempo después los inmigrantes irlandeses llevaron esta leyenda a Estados Unidos donde se convirtió en una tradición, aunque el nabo fue sustituido por la calabaza.

CRM