- Entre aromas de pan recién horneado, fritangas y café, entre el bullicio de los músicos callejeros y las grúas gigantescas que erigen el Árbol de Navidad y la Villa Navideña, las familias potosinas se pasean y esperan ansiosas a que este jueves se ilumine el Centro Histórico, justo como se ilumina su confianza en el Gobierno de Ricardo Gallardo Cardona.
Cientos de personas alzan su mirada hacia las casetas de las grúas que colocan con paciencia las paredes escarchadas de lo que será el Árbol Navideño más grande de Latinoamérica en la plancha de la Plaza de Los Fundadores. Alrededor, la gente captura en sus celulares la enorme labor de trabajadores que desafían la gravedad para armar este símbolo de unidad y esperanza que, junto a la Villa Navideña en la Plaza de Armas, serán inauguradas este jueves al anochecer, en punto de las 19:00 horas.
Bajo el deseo del Gobernador Ricardo Gallardo Cardona de obsequiarle a las familias potosinas una atmósfera cálida y colorida en la presente navidad, más de 60 paileros, electricistas, soldadores e ingenieros trabajan noche y día desde el comienzo de diciembre para construir este Árbol Navideño -que supera en altura al Hotel Panorama-, y la Villa Navideña que deleitará no sólo a los más de un millón de habitantes de la zona Metropolitana, sino a todas las familias de las cuatro regiones del Estado y turistas que visiten la capital en este mes navideño.
A pesar de la crisis económica causada por la pandemia de Covid-19 y la herencia maldita de anteriores gobiernos que dejaron al Estado endeudado y con una molestia ciudadana generalizada por la indolencia de sus gobernantes, hay alegría y esperanza en las familias que pasean por el Centro Histórico y que perciben los cambios que este Gobierno estatal implementa, no sólo con placas y licencias gratuitas, no sólo con Becas Alimentarias y otros programas sociales, sino también con un proyecto de esparcimiento y disfrute social que tanto merece el pueblo potosino, apabullado por el encierro social y los malos Gobiernos del pasado.
La última vez que las familias potosinas sintieron la magia de la navidad fue en los años noventa, cuando les pusieron luces a las palmeras de la avenida Carranza, pero este proyecto implementado por el Gobierno del Estado supera toda expectativa y dejará un recuerdo imborrable a quienes a partir de mañana visiten la Villa Navideña en la Plaza de Armas, el Nacimiento en el patio del Palacio de Gobierno, la pista de patinaje sobre hielo y el Árbol monumental de más de 70 metros de altura en la Plaza de Los Fundadores.
Mientras tanto, el bullicio en el Centro Histórico continua, los motores de la grúa con soporte de más de 200 toneladas mueven su brazo con delicadeza de un punto a otro, los trabajadores conectan miles de series navideñas, los músicos callejeros tocan baladas y villancicos a cambio de monedas y la gente circula como hormigas diminutas bajo el Árbol monumental que se asemeja a su confianza de que con este Gobierno del Estado les irá mucho mejor.