La NASA confirmó que el impacto de su nave DART contra la superficie del asteroide Dimorphos, ubicado a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra, consiguió desviar su trayectoria, tal y como era su objetivo.
El administrador de la agencia espacial estadounidense, Bill Nelson, apuntó que antes del impacto Dimorphos tardaba 11 horas y 55 minutos en girar en torno a otro asteroide más grande llamado Didymos, con el que forma lo que se conoce como un sistema de asteroide doble.
La nave logró reducir esa órbita en 32 minutos: “Hubiera sido un éxito si la hubiera ralentizado solo unos 10 minutos, pero la redujo de hecho 32”, dijo Nelson, felicitándose por el éxito de esa misión de defensa planetaria efectuada en septiembre.
La órbita de Dimorphos se ha acercado ahora unos diez metros a Didymos y el cambio provocado en su trayectoria es permanente.
Era la primera vez en la historia de la humanidad que se intentaba cambiar la trayectoria de un cuerpo celeste con el objetivo de proteger la Tierra de asteroides similares al que hace 66 millones de años provocó la extinción de los dinosaurios.