Desde poco antes de la década de 1930 cada 20 de noviembre, fecha en la que se conmemora el inicio de la Revolución Mexicana, se lleva a cabo un desfile cívico , el cual se llevaba a cabo en la Ciudad de México y rápidamente se fue extendiendo a lo largo de todo el País, de acuerdo con el repositorio histórico del Gobierno de México.
La primera vez que se llevó a cabo un evento en conmemoración de este día fue el 20 de noviembre de 1928, cuando se realizó un acto deportivo que consistió en una carrera de relevos para celebrar la gesta de 1910. El desfile como acto conmemorativo se realizó por primera vez en 1930, sin embargo, no fue sino a partir del decreto publicado en 1936 por el Senado de la República que se aprobó por fin, establecer al 20 de noviembre como una fiesta nacional, conmemorándola oficialmente con el desfile deportivo.
Según el decreto, lo anterior ocurre así “al considerar que al conmemorarse este acontecimiento con un desfile deportivo, se refleja la voluntad pacifista y conciliadora de nuestro pueblo” . En sus inicios se buscaba que las personas se olvidaran de las diferencias, dejaran las armas y se llegara a la reconciliación, dejando de celebrar la fecha con militares, soldados y todo aquello que recordara la guerra.
El presidente de la República no participaba en este festejo, y fue hasta 1941, con Manuel Ávila Camacho que se formalizó la asistencia del primer mandatario. En los festejos del 20 de noviembre y el desfile deportivo, se instauró también el Premio Nacional de Deportes, que desde 1975 se ha entregado ininterrumpidamente.