Escrito por Magui Zacarías y fotos de Alejandra Sánchez
Un mar violeta recorrió las calles de San Luis Potosí este 8M. Miles de mujeres, con el ímpetu de la lucha por sus derechos plasmado en sus rostros, se unieron a la marcha por el Día Internacional de la Mujer. La consigna era clara: un alto a la violencia de género y la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.
El recorrido, que inició en el Jardín de Tlaxcala, se convirtió en un río de emociones y reivindicaciones. Cientos de experiencias resonaban en el aire, amplificadas por el grito colectivo de «¡No estás sola!». Madres que buscan justicia por sus hijas arrebatadas, mujeres que han vivido el acoso y la discriminación, niñas que sueñan con un futuro libre de violencia, todas ellas se unieron en una sola voz.
Las pancartas y mantas alzaban un mosaico de demandas: «¡Ni una más!», «¡Justicia para las víctimas!», «¡Basta de violencia machista!», «¡Educación no sexista!». Los cánticos, coreados con fervor por las asistentes, marcaban el ritmo de la marcha: «Alerta, alerta, alerta de género», «La que no brinque es macho», «¡Señor! ¡Señora! No sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente», «¡Mujer! ¡Escucha! Esta es tu lucha», «¡Me cuidan mis amigas, no la policía!».
La marcha del 8M en San Luis Potosí no solo fue una protesta, sino también una celebración de la fuerza y la unión de las mujeres de todas las edades, condiciones sociales e ideologías se unieron por un mismo objetivo: construir un mundo donde las niñas y las mujeres puedan vivir libres de violencia, discriminación y desigualdad.
Más allá de la marcha, la movilización del 8M en San Luis Potosí es un reflejo de la lucha constante que las mujeres llevan adelante en el estado. Diversos colectivos y organizaciones feministas trabajan incansablemente en la defensa de los derechos de las mujeres, visibilizando las problemáticas que las aquejan y exigiendo soluciones a las autoridades.
Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer. La violencia de género continúa siendo una realidad lacerante en San Luis Potosí, como lo demuestra el elevado número de feminicidios y la persistencia de otras formas de violencia como el acoso sexual, la violencia intrafamiliar y la discriminación laboral.
Es necesario que las autoridades estatales asuman un compromiso real con la erradicación de la violencia de género. La implementación efectiva de la Alerta de Violencia de Género, la inversión en políticas públicas con enfoque de género y la capacitación de servidores públicos son solo algunas de las medidas que se deben tomar para avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria.
La marcha del 8M en San Luis Potosí ha dejado un mensaje claro: las mujeres no están solas. La lucha por sus derechos es una lucha colectiva que no se detendrá hasta que se alcance la igualdad plena.