El martes pasado, los residentes de Texas enfrentaron fuertes tormentas acompañadas de vientos destructivos y granizo del tamaño de pelotas de béisbol, dejando a alrededor de 1 millón de hogares y negocios sin electricidad.
Mientras gran parte de Estados Unidos se recupera del clima extremo, que incluyó tornados y provocó la muerte de al menos 15 personas durante el fin de semana del Día de los Caídos, Texas enfrenta cortes de electricidad en áreas como Dallas y Fort Worth. Esta región también sufre una ola de calor temprana que agrava aún más la situación.
Según PowerOutage, más de 300,000 clientes en el condado de Dallas se quedaron sin electricidad. Las tormentas devastadoras del fin de semana pasado no solo causaron estragos en Texas, sino también en Oklahoma, Arkansas, Misuri, Kentucky, Carolina del Norte y Virginia, donde también se reportaron fallecimientos.
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