Escrito por Magui Zacarías
Este viernes, Sanjuana Maldonado Amaya ofreció una rueda de prensa acompañada de su madre y su cuñada, además del equipo jurídico de la organización Perteneces, mismo que luchó incansablemente para lograr el indulto que le concedió el Congreso del Estado el pasado jueves, después de 15 años de reclusión por un delito que siempre sostuvo no haber cometido.; Sanjuana fue recibida con aplausos y cantos al unísono de «¡Sanjuana libre!» a las instalaciones de la Defensoría de los Derechos Humanos en el Centro Histórico.
Con valentía expresó su arrepentimiento por no haber podido alzar la voz en su momento. «Eso es lo que lamento», dijo, reflexionando sobre los años perdidos y el dolor de haber sido injustamente encarcelada. A lo largo de su difícil camino, se aferró a su fe y aprovechó cada oportunidad de capacitación dentro de la prisión, participando en programas y cursos educativos que la ayudaron a mantener la esperanza y a sostener a su familia desde la distancia.
«Siempre mantuve mi determinación trabajando para mejorar, estudiando los cursos disponibles y participando en programas», agregó Sanjuana, enfatizando la importancia de la educación y el apoyo emocional en su proceso de reinserción. Agradeció profundamente a quienes la apoyaron durante los momentos más oscuros, destacando que su libertad es el mejor regalo que Dios le ha dado.
Sanjuana también habló sobre la dura realidad del sistema penitenciario, señalando que muchas mujeres terminan en prisión por amor o malas influencias, y que la falta de una defensa adecuada y recursos económicos las atrapa en un ciclo de injusticia. «Hay muchas historias de compañeras que, por amor o por malas influencias, terminaron en prisión. Nadie está exento de enfrentar problemas así», subrayó, abogando por un cambio en el sistema de justicia.
«Reconocer los errores de las autoridades en mi caso fue un proceso de construcción personal», confesó Sanjuana. A pesar de todo, decidió enfocarse en su futuro, trabajando y estudiando lo que pudo. «Siento que regreso preparada y renovada, una nueva persona con decisiones más sabias, siempre acompañada por Dios durante estos 15 años.»
Sanjuana expresó su deseo de seguir estudiando y esforzándose, de mantenerse al pie del cañón con su familia y de luchar por un cambio en el sistema de justicia en San Luis Potosí. «Mi mayor deseo es seguir estudiando, seguir esforzándome, seguir al pie del cañón con mi familia y también poder cambiar el sistema de justicia que existe en San Luis Potosí», afirmó con determinación.
El indulto otorgado por el Congreso del Estado marcó un hecho histórico en San Luis Potosí, subrayando la importancia de la solidaridad y la unidad en la lucha por la justicia. Sanjuana concluyó su intervención agradeciendo por su libertad y expresando su compromiso de seguir adelante con bondad y determinación en su vida.
“Quiero que mi historia sea un recordatorio de la importancia de la perseverancia, la fe y la solidaridad en la búsqueda de la justicia y la libertad. Por menos mujeres encarceladas injustamente, que prevalezca la verdad siempre”, concluyó Sanjuana, lanzando un llamado a la reflexión y a la acción en favor de aquellos que aún luchan por su libertad
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