Suecia está sacudida por el mayor escándalo medioambiental del país, con 11 personas en juicio por la eliminación ilegal de toneladas de residuos tóxicos. Entre los acusados se encuentran Bella Nilsson, ex directora general de Think Pink, y su esposo, Thomas Nilsson.
La empresa Think Pink, ahora en quiebra, está acusada de haber vertido y enterrado al menos 200,000 toneladas de residuos en 21 lugares diferentes sin la debida gestión. Los materiales indebidos incluyen metales, plásticos, neumáticos, materiales de construcción y productos electrónicos, todos ellos contaminantes y peligrosos para la salud humana, animal y vegetal.
Irónicamente, Bella Nilsson se hacía llamar la «reina de la basura». Su empresa ganó notoriedad entre 2018 y 2020 por su oferta de reciclaje y eliminación de residuos a bajo costo. Sin embargo, en 2020, los Nilsson fueron arrestados por la eliminación inadecuada de residuos, delitos medioambientales graves y delitos económicos, debido a la sospecha de malversación de fondos para una vida lujosa.
A pesar de las graves acusaciones, todos los imputados niegan los cargos. El juicio, que promete ser largo y complejo, podría tener un impacto significativo en la gestión de residuos y la legislación medioambiental en Suecia.
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