Desde el lanzamiento de la serie Monstruos: La historia de Lyle y Erik Ménendez, el caso de los hermanos Menéndez ha cobrado relevancia nuevamente. Kim Kardashian, empresaria y abogada, visitó a Lyle, de 56 años, y Erik, de 53, en la cárcel, y ahora solicita un nuevo juicio para ambos.
En una carta publicada por NBC News, Kim aboga por su libertad, afirmando: «Yo he pasado tiempo con Lyle y Erik. No son monstruos». Los describe como hombres «nobles» y «honestos», aunque reconoce que no excusa el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, en 1989. Sin embargo, pide que el caso se reabra para considerar testimonios de abuso que no se tomaron en cuenta durante el juicio.
«Se lo debemos a esos niñitos que perdieron su infancia, que nunca tuvieron la oportunidad de ser escuchados, ayudados o salvados», argumenta Kardashian. Además, critica cómo los medios convirtieron a los hermanos en «monstruos», enfocándose en su riqueza y arrogancia, sin ofrecer empatía por su historia.
Kardashian concluye que si el caso hubiera ocurrido en la actualidad, el resultado habría sido “drásticamente diferente”. El fiscal del distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, ya había mencionado que están revisando nuevas pruebas relacionadas con el caso y que están dispuestos a reevaluar la sentencia de los hermanos.
Lyle y Erik Menéndez fueron condenados a cadena perpetua cuando tenían 21 y 18 años, respectivamente.