Un inesperado ataque de 200 monos desató el caos en la ciudad tailandesa de Lopburi, obligando a agentes de policía a refugiarse en una comisaría durante el fin de semana. Los primates, que escaparon de un refugio local, se acercaron a la comisaría en busca de comida, lo que llevó a los oficiales a cerrar puertas y ventanas para evitar su entrada.
Este incidente es solo uno más en la creciente crisis de monos en las ciudades asiáticas, donde los animales, atraídos por los residuos y la comida, se han vuelto cada vez más intrusivos, robando pertenencias y causando disturbios en las zonas residenciales. En Lopburi, los monos dominan las calles cerca del templo Pra Prang Sam Yod, un lugar famoso por ser hogar de miles de estos primates.
Aunque los tailandeses tienen una relación histórica y cultural con los monos, debido al héroe hindú Hanuman, el aumento descontrolado de su población ha generado graves problemas. En los últimos años, la ciudad ha organizado festivales anuales de frutas para alimentarlos, pero la situación se ha vuelto insostenible, causando enfrentamientos entre humanos y monos.
