El zoológico de Edimburgo, en Escocia, ha pedido una revisión de las leyes sobre el uso de fuegos artificiales tras la trágica muerte de una cría de panda rojo. La pequeña Roxie, de tres meses, murió el 5 de noviembre debido al estrés causado por los fuertes ruidos de la pirotecnia utilizada en las celebraciones de la Noche de las Hogueras. Según la Real Sociedad Zoológica de Escocia (RZSS), los veterinarios creen que el sonido de los fuegos artificiales provocó un ataque de pánico en la cría, que terminó ahogándose con su propio vómito.
La madre de Roxie, Ginger, también había muerto solo cinco días antes, y los expertos sugieren que el estrés causado por los ruidos pudo haber influido en su deceso. Ben Supple, vicepresidente ejecutivo de la RZSS, pidió leyes más estrictas para proteger a los animales, sugiriendo que se prohíba la venta de fuegos artificiales al público y que solo se realicen espectáculos organizados.
Actualmente, la normativa escocesa permite el uso de fuegos artificiales entre las 18:00 y las 23:00 horas, mientras que la legislación británica restringe su uso entre las 11 de la noche y las 7 de la mañana, salvo en ocasiones especiales.
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