El brutal asesinato de Tuti, una perrita callejera de Charcas, ha provocado indignación generalizada en la comunidad y en redes sociales, no solo por la crueldad del acto, sino por la total indiferencia de las autoridades locales ante la denuncia.
Según testigos, Tuti fue atropellada deliberadamente. Malherida, fue abandonada en la calle hasta que los presuntos responsables regresaron para golpearla con un palo mientras agonizaba. A pesar de los esfuerzos de una vecina por salvarle la vida, la perrita falleció horas después debido a la gravedad de sus heridas.
La denunciante acudió a las autoridades municipales para presentar una queja formal, pero fue ignorada. «Ni siquiera quisieron escucharme», relató en una publicación que se viralizó rápidamente. Esta omisión ha encendido aún más el enojo entre habitantes y colectivos animalistas.
Grupos de protección animal señalaron con preocupación que durante el ataque habrían estado presentes menores de edad, algunos de ellos incluso participando, lo que podría normalizar la violencia y generar consecuencias graves en su desarrollo emocional.
Hasta ahora, el gobierno municipal no ha emitido ninguna postura oficial, aumentando la sensación de abandono e impunidad. Vecinos, activistas y usuarios de redes sociales exigen justicia para Tuti y acciones concretas para prevenir más casos de crueldad animal.
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