Por José Manuel Ortiz
Luego de las pasadas elecciones que se llevaron a cabo en 2018 en donde el actual presidente de México Andrés Manuel López Obrador obtuviera una mayoría con más de 30 millones de votos dejando claro la inconformidad del pueblo mexicano hacia el viejo régimen de corrupción. El presidente llegó al poder por medio de la coalición “Juntos Haremos Historia” encabezada por el partido que el mismo presidente fundo, MORENA haciendo alianza con el PT y en su momento con el ahora extinto PES ¿Pero en realidad quién ganó esa elección? ¿MORENA o AMLO?
MORENA ya sirvió su cometido, el presidente es muy inteligente, ya si sabe gobernar bien o mal se tendrían que hacer parámetros para luego analizarlos y compararlos con otras partes del mundo, lo que sí sé, es que AMLO sabe ganar elecciones. Conociendo al presidente, ya le molesta incluso MORENA, luego de los escándalos de corrupción de Yeidckol Polevnsky, quien también dejó al partido a la deriva durante más de 2 años, provocando que los dirigentes estatales de dicho partido hicieran y deshicieran con él, pasándose los estatutos por el “arco del triunfo”, ocasionando la “fractura” del partido.
Un ejemplo claro es la situación interna que se vive dentro del partido en San Luis Potosí, la división es tan grande que nada más ni menos se registraron 13 ciudadanos como precandidatos para la gubernatura del Estado. Entre ellos figuran personajes como el Senador Primo Dothé Mata quien aún sigue sin pedir licencia; contradiciendo los principios de la cuarta transformación, al no retirase de su cargo público y que el presidente en varias ocasiones enfatizó, sumándole que desde que llegó al senado arrancó su campaña para dicha candidatura. Otros son Adrián Esper Cárdenas, presidente con licencia del Municipio de Ciudad Valles, San Luis Potosí, Antonio Lorca que al igual que Esper es un empresario beneficiado de los antiguos gobiernos neoliberales, sin mencionar que es sobrino y hasta compadre del Gobernador priista Juan Manuel Carreras, en estos 2 casos, no hay ningún indicio de compatibilidad ideológica con Morena y la 4T, más que el oportunismo pragmático de brincar a MORENA. Por otro lado, tenemos a Leonel Serrato, emergido de las filas de la 4T quien hasta septiembre fungía como coordinador de la Secretaría del Bienestar en la zona metropolitana de San Luis Potosí; para buscar la candidatura de elección popular tuvo que dejar el puesto por órdenes presidenciales para mantener cierta congruencia con el Gobierno Federal. También tenemos a un viejo conocido por la sociedad potosina: Juan Ramiro Robledo, un personaje político que sólo se aparece cuando hay elecciones, sin mencionar los cargos públicos que ha ocupado mediante “regalos” políticos. En mi opinión personal de estos 5 precandidatos, emanara el candidato por MORENA a la gubernatura por San Luis Potosí.
Las designaciones de virtuales candidatos, aunque en los hechos se les designa coordinadores de la defensa estatal de la 4T, para no caer en violaciones legales por hacer precampaña, se han realizado en el más puro ejercicio de la discrecionalidad. Según eso, las candidaturas son definidas por encuestas de opinión que nunca son difundidas de manera pública y sólo son mencionadas de pasadita a los participantes en el supuesto ejercicio demoscópico. Deficitarios como han sido varios de los gobiernos estatales emanados del morenismo, no se ve ningún ánimo eficaz de corrección en la serie de designaciones de candidatos para 2021.
MORENA no se supo adaptar al ritmo de la 4T, a la visión de estadista del presidente López Obrador; ellos nunca entendieron que quien ganó la elección fue Andrés Manuel López Obrador, ni si quiera es el partido, se creyeron que eran dueños de MORENA, cuando el dueño del balón, del estadio, del alumbrado de la cancha, el dueño de los dos equipos se llama André Manuel López Obrador ¿Qué les pasa? ¿Enloquecieron? Sin embargo, esto no parece importarle al presidente ya que en declaraciones pasadas manifestó que quería salirse del partido.
Lo que le importa al presidente es tener gobernabilidad, no le importa ser solo el presidente de un partido, cabe resaltar que él va dejando los partidos (PRI Y PRD) él va evolucionando, hoy hay que ver dónde están, antes y después de AMLO. EL presidente es un genio de la política, así es que no se confíen los de MORENA porque les puede dar un manotazo inesperado. Hay quienes no entienden todavía la 4T, que MORENA no es todo, que tiene que existir un gran pluralismo en el país e incluso con sectores del PAN, esto no es lineal y él conoce la política como nadie, JUEGA CON TODOS NOSOTROS.