- Calles con socavones que parecen “bombardeadas” por la omisión de autoridades anteriores ya están siendo intervenidas por Obras Públicas
- Las zonas de desastre vial se localizan en Pozos y en la intersección de Francisco Martínez de la Vega y avenida Industrias
SLP.- Con una reacción inmediata que da señales claras de que el gobierno de Enrique Galindo atenderá con inusual inmediatez las demandas de la población, la dirección de Obras Públicas ya se aboca a la reparación de dos problemas que apenas horas antes hizo llegar la ciudadanía.
Uno de ellos es la aparición de socavones en Villa de Pozos ocasionado por el colapso del drenaje, falla que se reportó hace tiempo tanto a la Delegación como a Interapas, pero ninguna de las dependencias actuó con diligencia para detener las consecuencias.
Este problema lo constató ayer mismo el titular de Obras Públicas, Nazario Pineda, quien giró instrucciones para que de inmediato se pusieran manos a la obra para sofocar los riesgos que presentaba esa falla.
Tanto es así que calles adyacentes tuvieron que cerrarse a la circulación vehicular por el serio riesgo que presentaba esa zanja, que se dejó crecer porque las autoridades anteriores hicieron caso omiso de las denuncias reiteradas que presentaba la gente que a tiempo alzó la voz de alerta, pero con nulos resultados.
Un segundo caso que también ya atiende la dirección de Obras Públicas se presenta en la ciudad, concretamente en la intersección de la calle Francisco Martínez de la Vega y la avenida Industrias, frente a la Feria, cruce que en el espacio de unos cuantos metros presenta entre seis y diez baches de grandes dimensiones ocasionados por el descuido y agravado por las lluvias.
La zona de desastre que se aprecia en ese tramo no se queda ahí, sino que es común a lo largo de la calle Martínez de la Vega que desemboca en la Calzada de Guadalupe, no caer en ellos es algo menos que imposible porque queriendo esquivar uno se cae en otro de mayores dimensiones.
Para los conductores entrevistados por los medios de comunicación, el escenario es lo normal, porque afirman que llevan meses sorteando los hoyos que se vuelven auténticas trampas porque el agua no permite dimensionar su profundidad, y se cae en ellos con consecuencias serias por desperfectos en las muelles, las suspensiones y las llantas de los vehículos.
No obstante, desde el día de ayer, comenzaron los trabajos de cambio de drenaje y rehabilitación del área.
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