La muerte de Jesús Alberto N., un joven conductor de plataforma asesinado en Tierra Blanca el pasado jueves por la madrugada, ha dejado al descubierto una serie de irregularidades tanto en el manejo del caso por parte de las autoridades como en el actuar de la funeraria que se encargó de los servicios.
A casi una semana del asesinato, la familia de Jesús Alberto N. sigue esperando justicia. Denuncian que, desde el momento en que recibieron la noticia de su muerte, ninguna autoridad —ni policías, ni ministeriales, ni personal de la Fiscalía o la Guardia Civil— se presentó para notificarles oficialmente. Fue la funeraria quien, de manera extraoficial, les avisó sobre el fallecimiento y el traslado del cuerpo.
Para agravar la situación, las versiones iniciales sobre la causa de muerte fueron contradictorias. Primero se mencionó que el joven había sido asesinado con un arma blanca, pero más tarde se confirmó que el homicidio fue perpetrado con un arma de fuego. Desde entonces, las autoridades no han mostrado avances ni han identificado a los responsables. Ayer, al intentar obtener información, la Fiscalía, representada por Manuela Casares, se negó a atenderlos, limitándose a prometer que más adelante les darían respuestas.
Jesús Alberto trabajaba para la plataforma de transporte Mare, empresa que hasta ahora no ha emitido ningún comunicado ni se ha acercado a la familia para brindar apoyo o cumplir con la indemnización correspondiente, a pesar de que el joven falleció mientras trabajaba.
La familia de Jesús Alberto pide justicia y el apoyo de la comunidad para cubrir los gastos funerarios, ya que aún deben 16 mil pesos. Quienes deseen colaborar pueden realizar donaciones a la cuenta BBVA 4152 3136 5619 9192 a nombre de María Fernanda R., hermana del joven fallecido.