Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE.UU., las detenciones diarias de migrantes en la frontera sur han disminuido notablemente, promediando alrededor de 2,400, el nivel más bajo registrado desde el año pasado.
Este descenso coincide con las restricciones recientes al asilo implementadas el 5 de junio por la administración de Joe Biden. Estas medidas limitan las solicitudes de asilo para aquellos que cruzan la frontera sin autorización, con excepciones específicas.
El DHS también reportó que aproximadamente 24,000 personas han sido deportadas a más de 20 países, y se ha reducido en un 65% el número de migrantes autorizados a ingresar bajo una orden de comparecencia ante un juez de migración.
Estas restricciones permanecerán vigentes mientras el promedio diario de detenciones se mantenga por debajo de 1,500 durante siete días consecutivos. La administración Biden considera esta reducción como un resultado de acciones decisivas para fortalecer la seguridad fronteriza.
Sin embargo, grupos defensores de derechos civiles han presentado una demanda contra estas políticas, argumentando que son inconsistentes con el estatuto de asilo establecido por el Congreso, que permite solicitudes «independientemente de si se ingresa por un puerto de entrada».
Este descenso en las detenciones se produce en un contexto de alta migración en las Américas, con más de 21 millones de personas desplazadas en el continente, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
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