Roxana Hernández Ramírez, diputada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), ha vuelto a estar en el ojo del huracán. No solo se niega a responder preguntas incómodas sobre su desempeño, sino que también ha sido exhibida como la peor evaluada en el informe de Congreso Calificado.
Con una calificación de -2.4 puntos, la legisladora se ubica al final de la lista, reflejando su falta de compromiso con la productividad y transparencia legislativa. En lugar de asumir su responsabilidad y mejorar su desempeño, la diputada ha optado por minimizar la evaluación, argumentando que se trata de «un criterio personal».
Este tipo de justificaciones no han hecho más que aumentar la indignación ciudadana. Y es que, a pesar de percibir un sueldo de 115 mil 600 pesos mensuales, sumado a diversos beneficios y viáticos, su desempeño es calificado como ineficiente y deficiente.
La imagen de Roxana Hernández en redes sociales es la de una legisladora que parece más preocupada por proyectar una imagen de influencer que por atender su responsabilidad legislativa. Sin embargo, su desdén por la crítica no se limita a ignorar las evaluaciones. Recientemente, la diputada se vio envuelta en un escándalo por insultar a periodistas en una entrevista en vivo. «Ya estoy con estos güeyes, no tienen nada de intelecto», expresó en plena transmisión, mostrando no solo prepotencia, sino también una falta de respeto hacia la libertad de prensa.
El informe de Congreso Calificado también reveló datos alarmantes sobre el desempeño del Congreso de San Luis Potosí. De los 27 legisladores evaluados, 26 fueron reprobados en eficiencia y productividad. Solo se dictaminaron 32 iniciativas de 144 presentadas, lo que representa un 22.2% de efectividad.
El ausentismo también es una constante. Frinné Azuara (PRI) faltó al 70% de las sesiones y Sara Rocha (PRI) al 53%. Mientras tanto, sólo dos diputados, Marco Antonio Gama Basarte (MC) y Rubén Guajardo Barrera (PAN), informan sobre su trabajo en redes sociales y plataformas oficiales, el resto mantiene a la ciudadanía en la opacidad.
Junto con Roxana Hernández, otros legisladores también fueron reprobados en el informe: Sara Rocha (PRI) con -5.5 puntos y Tomás Zavala (PT) con -2.8. En contraste, el mejor evaluado fue Rubén Guajardo Barrera (PAN) con 6.8 puntos.
A pesar de estas calificaciones deplorables, las y los diputados continúan percibiendo ingresos muy por encima del salario promedio de la ciudadanía. Mientras la legislatura sigue acumulando críticas, la pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo los potosinos seguirán tolerando a legisladores ineficientes y desconectados de la realidad?
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