La historia de Erika Morales, una joven de 20 años, ha generado un intenso debate en Colombia tras la aprobación de su solicitud de muerte digna por eutanasia.
Erika quedó cuadripléjica luego de un brutal ataque en 2021, cuando tenía 16 años. Recibió dos golpes en la cabeza con una botella en un bar, lo que la dejó en coma por un año y siete meses. Al despertar, no podía hablar ni moverse y dependía de asistencia médica para respirar.
A través de un método basado en un abecedario, Erika logró comunicar su deseo de acceder a la eutanasia, un procedimiento legal en Colombia que permite a personas con sufrimiento intenso y enfermedades irreversibles morir con dignidad.
La institución médica que atiende a Erika confirmó que continuará recibiendo cuidados y acompañamiento psicológico mientras se define la fecha del procedimiento.
Su hermana, Tatiana Morales, expresó su apoyo a la decisión de Erika a pesar del difícil momento familiar. Este caso ha reavivado el debate sobre la eutanasia y el acceso a tratamientos médicos en situaciones similares.