Durante décadas, tener un título universitario fue sinónimo de estabilidad y mejores oportunidades laborales. Sin embargo, hoy la situación es diferente: aquellos con estudios superiores pasan más tiempo desempleados que quienes no tienen un grado universitario.
El economista Aaron Terrazas analizó los datos del gobierno de Estados Unidos y concluyó que, a pesar de la diferencia en contextos, la influencia económica global de ese país ha afectado a mercados laborales en todo el mundo. En España, por ejemplo, los graduados enfrentan cada vez más dificultades para encontrar trabajo, y el tiempo de búsqueda sigue aumentando.
En América Latina, la informalidad laboral sigue siendo un problema grave, con una tasa del 47.6% en 2024, lo que demuestra que el empleo estable sigue siendo escaso en la región.
Según la periodista Aki Ito de Business Insider, hay varios factores que contribuyen a esta tendencia. En primer lugar, la crisis en la industria tecnológica, con despidos masivos en empresas de software. También está el impacto creciente de la inteligencia artificial, que aún no ha transformado por completo el mercado, pero ya está dejando su huella. Y, por último, la sobrecarga de profesionales con títulos, lo que genera una excesiva competencia por trabajos limitados.
Ito también destaca un factor crucial: la extrema especialización. Los profesionales ahora se forman con habilidades muy específicas, y cuando las necesidades del mercado cambian, adaptarse se vuelve mucho más difícil. Por otro lado, aquellos con una trayectoria diversa en distintos oficios tienen una mayor versatilidad para adaptarse a nuevos sectores.
A pesar de todo esto, no significa que obtener un título haya sido un error. Los titulados siguen siendo los grandes triunfadores de la economía, según Ito, ya que, aunque encontrar empleo toma más tiempo, en el largo plazo, alcanzan mayor estabilidad financiera.