Torres Yáñez sugirió que a los menores de dos años que están llevando la alimentación complementaria no agregar azúcar a sus preparaciones

La Maestra Cecilia Torres Yáñez responsable de Educación Continua en la Facultad de Enfermería y Nutrición (FEN) de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), manifestó que en investigaciones que hablan sobre el consumo de azucares a partir de galletas, refrescos, y algunos otros productos, se tiene registro que los niños llegan a presentar un IQ menor a los que no consumen. El consumo del azúcar tiene muchas vertientes y no se recomienda por la reducción de la predisposición a la obesidad sino también del coeficiente intelectual, y hasta por efectos de formación de caries.

Frente a esa situación, la maestra Cecilia Torres Yáñez sugirió que a los menores de dos años que están llevando la alimentación complementaria no agregar azúcar a sus preparaciones, no ofrecer otro líquido que no sea la lactancia materna, esto en los primeros seis meses vida, en adelante incluir solo agua y tener siempre alimentos saludables al alcance. Añadió que el etiquetado de los octágonos ayuda para saber el alto contenido de azúcar.

Explicó que en los niños hay cierta predisposición innata, es decir, se nace con el gusto por los dulces de manera natural, aunque al paladar se le entrena, y si se está exponiendo de manera constante al consumo de azúcar es probable que de adultos tengan ese patrón de alimentación. “Se dice que un bebé o un niño de preescolar que recibe azúcar tiene hasta tres veces mayor riesgo de tener obesidad cuando esté en primaria o durante la adolescencia”.

Comentó que erróneamente creemos que el azúcar solo es el de la mesa, sin embargo, la sacarosa común la encontramos en muchos productos como el piloncillo, almíbar, miel de abeja, mermelada, jarabe de maíz, miel de maple, gelatina, cátsup, y en el té. En los últimos resultados de la Encuesta Nacional de Salud arrojó que los mexicanos tenemos un consumo elevado de bebidas azucaradas, el problema es que empiezan a generar resistencia a la insulina previo de la aparición de la diabetes”.

La docente de la Licenciatura en Nutrición en la UASLP, dijo tener conocimiento que, en la pandemia, al menos ocho de cada diez adultos ganaron alrededor de diez kilos de peso en año y medio, y quizá ahora con los resultados del 2020-2022 se verá un incremento en las cifras de obesidad, “no es lo deseable, pero es lo que se espera. Esto se ve afectado por la diminución de la actividad física, el aumento de las horas pantalla, mucho tiene que ver la alimentación”.

Por último destacó que México ocupa el primer lugar en obesidad infantil a nivel mundial, aunque todavía no hay tantos estudios que hablen sobre la ganancia de peso en infantes, pero sí estudios que hablan de la ganancia de peso en adultos.

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