La incertidumbre reina en el kínder TEPEU, donde cientos de niños y niñas quedaron sin clases debido a problemas en la transferencia administrativa tras la creación del nuevo municipio de Villa de Pozos. Mientras las autoridades de ambos ayuntamientos se señalan mutuamente, los alumnos y sus familias son los más perjudicados.
Desde el pasado 1 de octubre de 2024, cuando Villa de Pozos fue declarado municipio independiente, el kínder TEPEU, junto con otras instituciones educativas y deportivas, pasó a formar parte de su jurisdicción. Sin embargo, las dificultades para concretar la transición administrativa han generado un vacío que ha afectado directamente el derecho a la educación de los infantes.
Padres de familia, desesperados por la falta de información y soluciones, tomaron las calles esta semana para exigir la reapertura del plantel. Denuncian que se enteraron del cierre del kínder de manera repentina y sin previo aviso.
Por su parte, el alcalde de San Luis Potosí, Enrique Galindo, señaló que su administración continuó cubriendo los gastos del kínder, incluyendo el pago de servicios básicos y la nómina de los maestros, a pesar de que estas responsabilidades deberían recaer en Villa de Pozos. Según el edil, se propuso un convenio para garantizar la continuidad del ciclo escolar, pero las autoridades del nuevo municipio no lo aceptaron inicialmente.
En contraste, los padres acusan que la falta de coordinación entre ambos ayuntamientos ha llevado a que el kínder permanezca cerrado, dejando a los niños sin educación y a las familias sin alternativas claras. “Esto no es cuestión de convenios ni de trámites burocráticos, es el futuro de nuestros hijos lo que está en juego”, enfatizó uno de los manifestantes.
El cierre del TEPEU evidencia un problema mayor: la falta de planificación en la creación del municipio de Villa de Pozos, que, según los afectados, no cuenta con las herramientas ni el personal necesario para asumir sus nuevas responsabilidades.
Mientras tanto, los alumnos siguen esperando una solución que les permita regresar a las aulas y continuar con su educación. “Se están violando los derechos de los niños, y lo único que recibimos son excusas”, lamentaron los padres, quienes exigen que ambas administraciones pongan fin a los conflictos políticos y prioricen el bienestar de los estudiantes.
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