El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) ha retomado la entrega del Premio Nacional Rostros por la Igualdad en su edición 2024, luego de dos años de pausa. Entre las figuras reconocidas este año destaca Guz Guevara, activista potosino cuya lucha por los derechos de las personas con discapacidad ha sido clave en la consolidación de un movimiento con identidad propia en el país.

La selección de las personas galardonadas no surge de una convocatoria abierta, sino de una asamblea conformada por un consejo consultivo ciudadano, quienes nominan a candidatos con base en su trayectoria y aportaciones a la igualdad y la no discriminación. Este año, además de Guevara, se premió a una organización argentina en la categoría internacional, al magistrade Osiel Baena de manera póstuma y a una asociación civil de Oaxaca en la categoría institucional.

Un reconocimiento a la movilización social

Guz Guevara no solo ha impulsado iniciativas en México, sino que su activismo ha trascendido fronteras, A lo largo de su carrera, ha recibido diversos premios nacionales e internacionales por su trabajo en inclusión. Además, es cofundador del Movimiento de Personas con Discapacidad y creador del «Pañuelo Fosfo», un símbolo de lucha y resistencia para esta comunidad. Su proyecto «Discapicnic» ha sido replicado en distintos estados e incluso en otros países, promoviendo espacios de encuentro para la comunidad con discapacidad. 

En televisión, Guevara es conductor de «80 Millones» en Canal Once, el primer programa en la televisión abierta mexicana dedicado exclusivamente a la discapacidad y la diversidad funcional y ha colaborado con plataformas como Netflix. Su presencia en medios ha sido clave para generar conversación y abrir espacios que antes estaban vedados para las personas con discapacidad.

Para Guz, este reconocimiento es un reflejo de la fuerza que ha cobrado el movimiento de personas con discapacidad en México. «No se trata solo de visibilidad, sino de movilización social, esto implica mayor responsabilidad. Seguir trabajando, ser congruente, mantener una visión comunitaria y cuestionarnos constantemente. No sólo mirar hacia afuera, sino también hacia adentro”. El premio más allá de un logro personal, es un impulso para seguir exigiendo derechos «Los reconocimientos no importan si las personas no están bien. Mientras no estemos bien todas, no hay nada que celebrar», señaló.

Del activismo al arte

En paralelo a su trabajo en incidencia política y social, Guz Guevara ha apostado por el arte como herramienta de cambio. Actualmente, está apostando por nuevos formatos para amplificar su mensaje; trabaja en un documental, un libro y una exposición fotográfica con fotolibro, proyectos que buscan visibilizar la diversidad funcional desde una perspectiva no hegemónica. «La discapacidad casi siempre se aborda desde lo médico o lo antropológico, pero rara vez desde lo artístico y lo erótico», comenta. Su intención es llevar estos temas a un público masivo a través de narrativas pop y accesibles.

La lucha contra el capacitismo en tiempos de amenaza

Guevara subraya que el reconocimiento llega en un contexto donde los discursos de extrema derecha y las políticas regresivas amenazan los derechos conquistados. “En Estados Unidos quieren retroceder 50 años en derechos humanos. No podemos permitirlo. Ni un paso atrás en lo que hemos logrado,” advierte.

El activista confía en que el nuevo gobierno federal impulse acciones concretas en favor de las personas con discapacidad, más allá de la simulación. Celebró la reciente apertura de una Unidad de Atención a la Discapacidad en la administración de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum y la intención de descentralizar el tema, para que no sólo recaiga en el DIF o Bienestar, sino que atraviese todas las instituciones.

Desde su trinchera, Guz Guevara seguirá trabajando para combatir el capacitismo y exigir los derechos de las personas con discapacidad. “Hace 12 años creía imposible cambiar algo, y hoy veo impacto real, tangible, mediático y social. Otra sociedad es posible, pero tenemos que construirla, señala que este reconocimiento es una responsabilidad más que un premio. «Claro que emociona, pero también implica un compromiso enorme… Espero seguir construyendo, seguir aprendiendo y desaprendiendo. Y sobre todo, incitar a la gente a no rendirse. Otra sociedad es posible si la construimos juntas y juntos». Con esta convicción, Guz Guevara sigue marcando el camino hacia un mundo sin barreras. “Lo importante no es que yo llegue, sino que otras personas también lleguen. Un activista no sólo logra cosas para sí mismo, sino que impulsa a otros,” concluyó.