El Miércoles de Ceniza marca el inicio a la Cuaresma, un periodo de 40 días consecutivos en la religión católica se prepara y reflexiona espiritualmente previo a la Semana Santa.
Esta tradición católica tiene su origen desde finales del siglo II, y su significado se traslada al tiempo en que Jesús pasó caminando en el desierto, por lo que una de las principales características del Miércoles de Ceniza es que se debe hacer ayuno, con la finalidad de que esa abstinencia cure los pecados de los fieles.
Aunque ésta es una tradición adoptada por la religión católica, su origen data de la religión judía, ya que el símbolo que se le coloca a la gente creyente en la frente representa la vida y el arrepentimiento y antes se le llamaba a este periodo “sacramento de reconciliación”, y no se colocaba un símbolo en la frente, sino que los creyentes eran cubiertos totalmente de cabeza a pies por ceniza.
En el año 384 después de Cristo la práctica del “sacramento de reconciliación” lo comenzaron a adoptar los cristianos y con el paso del tiempo se ha ido transformando la forma en que se realiza el periodo del arrepentimiento de los pecados. En México se coloca ceniza en la frente en forma de cruz.
Este día los feligreses asisten a las iglesias para escuchar misa y recibir la tradicional “ceniza” en sus frentes que tiene una particular forma de cruz. Esta ceniza es obtenida de la última quema de palmas del Domingo de Ramos, siendo su significado: humildad, penitencia y mortalidad humana.
Cuando el sacerdote coloca la ceniza a los feligreses repite la frase “Polvo eres y en polvo te convertirás” y finalmente se responde con un “Amén”. El significado de la cruz de ceniza en la frente es recordar la importancia de reconocer los errores, arrepentirse de cada uno de los pecados cometidos y buscar la reconciliación con Dios.