Apenas reinicia el accidentado proceso para elegir a la nueva dirigencia estatal del Partido Acción Nacional (PAN) en San Luis Potosí, y las acusaciones de graves irregularidades ya ensombrecen la contienda. Lidia Argüello Acosta, aspirante a la presidencia del Comité Directivo Estatal, ha levantado la voz denunciando una serie de anomalías que, asegura, están siendo documentadas para una posible impugnación formal.
Este nuevo intento de elección se da luego de que el Tribunal Electoral federal confirmara la anulación del proceso anterior por diversas irregularidades, como manipulación de documentos y presiones a comités municipales. Sin embargo, según Argüello Acosta, los problemas no solo persisten, sino que se han intensificado.
La aspirante denunció que varios comités municipales han sido convocados sin la debida notificación a sus integrantes, afectando la transparencia del proceso. Pero las acusaciones más serias apuntan a la presunta utilización de dinero y promesas de cargos públicos para influir en las decisiones de los comités. Argüello afirma que se han ofrecido pagos en efectivo y favores políticos, incluso en municipios lejanos como Tancanhuitz, para asegurar el apoyo al método de elección preferido por la actual dirigencia.
Incluso, reveló un presunto caso de extorsión, donde un miembro de un comité municipal habría solicitado una fuerte suma de dinero a cambio de su voto. Argüello también señaló a la actual presidenta del partido, Verónica Rodríguez Hernández, quien busca la reelección, de intervenir activamente en el proceso.
Por su parte, la dirigencia del PAN asegura que está cumpliendo con lo ordenado por las autoridades electorales y que avanza en la consulta a los comités municipales para definir el método de elección en los próximos días.
La fuerte tensión entre las aspirantes evidencia la profunda división interna que vive el PAN en San Luis Potosí. Las acusaciones cruzadas y la desconfianza entre los militantes hacen prever una contienda turbulenta, con la amenaza latente de nuevas impugnaciones.
Todo indica que el camino hacia una nueva dirigencia estatal en el blanquiazul será complicado y estará bajo la atenta mirada de las autoridades electorales y de la militancia, que exige un proceso limpio y legítimo.
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