La entrega de Assassin’s Creed, titulada Shadows, ha generado controversia desde antes de su estreno el 20 de marzo. La inclusión de Yasuke, un samurái negro que sirvió al señor de la guerra Oda Nobunaga, ha sido señalada por algunos jugadores japoneses como una inexactitud histórica y una falta de respeto a la cultura del país.
Ubisoft, desarrolladora del juego, ha defendido su decisión y contratado expertos para garantizar la fidelidad histórica. Sin embargo, más de 100.000 personas han firmado una petición exigiendo cambios en el personaje.
El historiador Pierre-François Souyri respalda la existencia de Yasuke, aunque admite que las fuentes históricas pueden ser ambiguas. “El juego no es una tesis universitaria. Yasuke existió, aunque los textos sobre él son difíciles de interpretar”, afirmó.
Por su parte, Yuichi Gozai, del Centro Nacional de Investigación para los Estudios Japoneses en Kioto, aseguró que Nobunaga mantuvo a Yasuke cerca por su color de piel y fuerza física, posiblemente como un espectáculo.
Esta no es la primera vez que Assassin’s Creed enfrenta críticas por sus representaciones históricas, pero algunos analistas sugieren que la polémica responde a sectores conservadores que rechazan la inclusión de personajes diversos en la saga.
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