El Año Nuevo está a la vuelta de la esquina, y con él llegan los rituales que las familias mexicanas realizan para despedir el ciclo que termina y recibir con energía positiva el que inicia. Estas prácticas, cargadas de simbolismo y tradición, reflejan la esperanza de un futuro lleno de prosperidad, amor y felicidad.
Una de las costumbres más arraigadas es comer 12 uvas al compás de las campanadas. Cada uva representa un deseo o meta para los meses venideros, una tradición que combina fe y superstición. Otro ritual muy popular es barrer hacia la puerta principal de la casa, un gesto que simboliza expulsar las malas vibras y atraer la buena fortuna.
La ropa interior de colores juega también un papel importante: el rojo es el elegido para atraer el amor, mientras que el amarillo simboliza deseos de abundancia económica. Por su parte, quienes buscan aventuras y viajes suelen pasear por la calle con una maleta en mano, confiando en que este acto atraerá nuevas experiencias.
El fuego es otro elemento protagonista. Muchas personas escriben en un papel aquello que desean dejar atrás y lo queman como un acto de liberación y renovación espiritual. También se encienden velas de colores específicos para pedir paz, salud o prosperidad.
Estas tradiciones, que se transmiten de generación en generación, son mucho más que supersticiones: representan una forma de canalizar los anhelos y energías hacia un comienzo lleno de optimismo.
Te recomendamos leer https://www.crmnoticias.com.mx/municipio-de-soledad-implementa-modalidad-de-pago-en-linea-del-impuesto-predial/