La ola de calor que golpea el oeste de Canadá ha dejado al menos una cifra de 233 fallecidos en la provincia de Columbia Británica, catalogándose como una de las olas de calor más severas en la historia del país.  

Aunque los decesos están siendo investigados, las primeras hipótesis apuntan a que el calor ha sido un factor clave, pues tan solo en cuatro días se atendió 187 llamadas por agotamiento de calor y 52 por insolación.

Uno de los mayores problemas se debe a que la mayoría de las casas no cuenta con sistemas de aire acondicionado, pues los veranos suelen ser templados, además de que nunca se habían registrado temperaturas tan altas.

Se prevé que la ola de calor comience a disminuir el viernes, sin embargo, hasta ahora las altas temperaturas mantienen afectadas todas las actividades. En varias localidades fue suspendida la vacunación contra el COVID-19, así como la detección de pruebas.