Este martes, Villa de Pozos dejó de ser una simple delegación para convertirse en el municipio número 59 de San Luis Potosí, en un evento que, pese al entusiasmo, no estuvo exento de errores y desorganización. El recién creado Concejo Municipal, encabezado por María Teresa de Jesús Rivera Acevedo, tomó protesta entre nervios y momentos incómodos que evidencian un inicio complicado para esta nueva administración.

La ceremonia, realizada en la explanada del Jardín Hidalgo, reunió a cientos de poceños expectantes por este hito histórico, pero también reveló fallas en la organización del evento. Empresarios y figuras del ámbito industrial se quedaron sin asiento, y la propia concejala presidenta tuvo que dirigir su propio evento ante la falta de un maestro de ceremonias, lo que evidenció un nerviosismo comprensible pero poco profesional.

A pesar de las fallas, el discurso de Rivera Acevedo estuvo cargado de simbolismo. Con palabras emotivas, la presidenta concejal habló de la justicia que finalmente llega a Villa de Pozos, tras décadas de abandono por parte de los gobiernos municipales y estatales. Sin embargo, el entusiasmo de la comunidad se vio interrumpido por errores protocolares cuando intentaron iniciar la primera sesión de Cabildo. Estos fallos, aunque menores, dejaron un sabor agridulce en una jornada que debió ser perfecta.

El verdadero reto, sin embargo, comienza ahora. Rivera Acevedo ha prometido un futuro brillante para Villa de Pozos, con una administración que eliminará la necesidad de gobiernos intermediarios. Promesas de nueva infraestructura, mejores servicios y un renovado sentido de identidad fueron los ejes de su discurso. No obstante, los ciudadanos esperan que las palabras puedan convertirse en realidad con la llegada de esta nueva administración.