Como parte de las actividades organizadas por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí en el marco de las Jornadas 25N “Diversidad e Inclusión. Construcción de Paz” la doctora María Adriana García Cordero, catedrática de la Universidad de Juárez impartió vía virtual a la comunidad de la Facultad de Enfermería y Nutrición (FEN), la charla “Violencia y la cultura de las dietas”.
La doctora María Adriana García al inicio de su charla realizó un recorrido a través de la historia sobre el origen del cuidado del cuerpo, desde tiempos de los griegos, en donde predominaba la estética masculina y así lo comprueban las esculturas de aquellos tiempos, caso contrario con las mujeres, en donde las figuras no eran tan estilizadas por los cambios durante su vida.
Explicó que el concepto estético ha cambiado a través de los años, pero sobre todo con la cultura, tal es el caso de Fernando Botero, pintor y escultor colombiano cuyas obras retrataban personas y animales con un dejo de obesidad, porque en ese entonces se decía que las mujeres obesas le daban un status a su pareja, “esto quería decir que su marido tenía suficiente dinero para mantenerla y hablamos de épocas durante había carencias”.
Destacó que la relación que se tiene con los alimentos es equiparada la relación que se tiene con una pareja; “si yo no tengo una buena relación con mi alimentación, entonces será disfuncional y esto generará situaciones emocionales y físicas que no van a estar acorde con mi desarrollo y mi vida”.
Señaló que en la actualidad nuestra cultura no reconoce que todos los cuerpos son diferentes en cuanto a tamaño, formas, colores, pesos y que no hay nada de malo en ello. No tenemos la misma genética ni en el mismo país; es más, los alimentos que hoy tenemos no son los mismos que hace 10 años.
“Y en ese tenor, iniciamos con la violencia al no considerarse suficiente por no tener un cuerpo ideal con el cual tengamos aceptación y que, siendo mujer, seamos la que todo mundo busque y tener más popularidad”.
Al término de su charla, manifestó que es precisamente por ese pensamiento en donde las mujeres buscan la aceptación hasta que no bajen de tallas. “El cuerpo no está supeditado a una dimensión para ser amado o aceptado y sin embargo, nuestra cultura es la que nos lleva a la violencia, a la no aceptación del ser humano”. Expresó.
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